Perro rescatado con sus compañeros sigue siendo el único en adoptar: Baldo busca hogar
Baldo vivía en Piacenza con su atigrado. Todos ellos fueron salvados por los voluntarios de Oipa, pero Baldo sigue sin familia ni hogar para siempre.
Baldo se ha quedado solo y ahora busca un hogar para siempre. El compañero fue rescatado. Los tres vivían juntos en climas y condiciones difíciles en las montañas de Piacenza. Baldo es el único que no ha sido adoptado por ninguno de sus amigos. Todos tienen familias que los quieren y los cuidan para siempre. ¿Es posible que él no tenga un hogar?
Voluntarios de la Oipa de Piacenza cuidan de Baldo. Es un perro precioso, inteligente y sensible. Baldo se quedó solo en la montaña. Fue alimentado por un pastor que le daba agua y migajas de pan. Ahora tienen una familia y un lugar al que llamar hogar. Todos ellos excepto Baldo.
Tenemos que entrar en el recinto oscuro y dejarlo allí. Se siente solo, aunque ha vivido toda su vida con la manada que compartía.
Baldo vivía en semilibertad con su manada en las Montañas de Piacenza. Aquí hace muchísimo frío en invierno y todo está cubierto por la nieve. Oipa intervino para rescatarlos y cuidarlos a través del programa Alternative to Kennels. Baldo es el único que no ha encontrado un lugar para todos ellos. Paola Monga es la coordinadora de los guardianes del eco-zoo.
Baldo, un esponjoso perro blanco y negro de seis meses de edad, nació hace tres años. Su miedo a que se le acerquen fue evidente de inmediato. Se alimentaba de la comida que dejaban los demás perros y vivía debajo de un vagón de la granja con su hermana pequeña. El pastor tiraba pan duro al suelo, lo que provocaba conflictos y causaba heridas a los animales.
Bald sobrevivió al frío, al hambre y a las temperaturas bajo cero. Baldo corría el riesgo de ser encerrado en una perrera, pero sus cuidadores lo salvaron llevándolo a él y a sus hermanos a un recinto exterior. Todos los demás perros han encontrado familias para siempre. Baldo, sin embargo, sigue esperando.